Coronda y Nosotros

Memoria, Verdad y Justicia
Por: Daniel Vaschetto

Coronda queda a 40-45 Km. al sur de la ciudad de Santa Fe. Integra el paisaje ribereño del Paraná de una manera espectacular, muy hermosa. El río amarronado corre lento con el marco del verde de la vegetación; las islas que van y vienen de acuerdo al curso del agua, las lagunas y esteros diseñan un dibujo antojadizo …en fin, un panorama casi paradisíaco.
Coronda es la “Capital de la Frutilla” desde 1958; decenas de pequeños propietarios la cultivan y centenares de trabajadores –la mayoría de ellos, chaqueños- la siembran en marzo y la recogen entre agosto y noviembre. Antes eran “peones golondrina”, pero desde fines de la década del ´90 abandonaron esa modalidad para establecerse de manera definitiva.
En febrero, el río Coronda es el escenario de la Maratón Acuática Internacional Río Coronda (“la mas linda del mundo”), en la que intervienen numerosos nadadores, muchos de ellos destacados a nivel mundial, y otros no tanto. Eso no interesa: el desafío es ganarle al río y allí no importa tanto la estirpe, importan el coraje y la decisión. Se disputa en febrero de cada año, con largada en el Puente Colgante de la ciudad de Santa Fe (el que se llevó la inundación y algún gobernador se llevó partes o las mal vendió como chatarra) y llegada en la Avenida Costanera corondina. En una distancia de 57 Km., los competidores –brazada a brazada- se superan a sí mismos y devoran el cauce del río entre camalotes, sauces y espinillos, acompañados de lanchas, botes y canoas y una multitud en las costas.
En Coronda también está una cárcel, fácilmente identificable, ya que el torreón de 41 m. se divisa desde lejos.
Es el Instituto Correccional Modelo U1 Dr. César Tabares (abogado laboralista rosarino, Director de Institutos Penales de la provincia durante el gobierno de Sylvestre Begnis, que renunció al negarse a endurecer las condiciones de detención de los presos políticos y a entregarlos a disposición del Ejército, como exigían en 1975 las autoridades nacionales, secuestrado y desaparecido desde el 6 de enero de 1977) , la mayor institución penitenciaria en funcionamiento en la Provincia de Santa Fe, construida entre 1927-33, cuando comenzó a funcionar.
En 1909, el diputado radical Rafael Biancofiore presentó un proyecto sobre la necesidad de crear una cárcel en un punto mas o menos equidistante entre Santa Fe y Rosario; ese lugar fue Coronda. Fundada como "Cárcel Modelo Auburniano” –siguiendo un tipo de sistema carcelario norteamericano-, los detenidos tienen alojamiento individual, talleres para distintas actividades laborales, patios y salas de esparcimiento, escuela y capilla, cosas no tenían las demás prisiones argentinas, funcionando incluso la Imprenta de la Provincia entre 1939/59.
Su superficie de 224.750 m², de los cuáles 93.337 m² se encuentran dentro de muros de 6 m de altura que se extienden a lo largo 1.127 m, donde se asientan 11 garitas. Cuenta con un total de 12 pabellones, estando los números impar (1º, 3º, 5º, 7º, 9º y 11º) en la mitad norte, y los pares (2º, 4º, 6º, 8º, 10º y 12º) desplazados hacia la sur. En la zona de pabellones impares se encuentran los talleres y al este hay dos canchas de fútbol.
Durante la dictadura la cárcel de Coronda fue parte esencial de la maquinaria del Terrorismo de Estado. Los detenidos políticos padecían las mismas violaciones a los derechos humanos que en muchos centros clandestinos de detención de la dictadura, pero bajo la apariencia de un centro de detención legal.
Las condiciones de reclusión eran totalmente inaceptables. Malos tratos, golpes, requisas, atención deficiente de la salud, vejaciones a los internos y a sus familiares, humillaciones, deficiente alimentación y condiciones de alojamiento, violencia psíquica son algunos de los elementos que configuran la violación sistemática de los derechos humanos en el Penal, todo parte de un plan orquestado para quebrar y destruir política, física, moral y psíquicamente a los detenidos.
Octavio Zirone, Juan Ángel Domínguez y Adolfo Kushidonchi fueron, en ese orden, los máximos responsables de la política de destrucción sicológica, anímica y material de los más de mil presos políticos que pasaron por esa cárcel entre 1975 - 79. Zirone murió en 2014 y Domínguez y Kushidonchi están imputados, siendo juzgados en estos días por el Tribunal Oral Federal de Santa Fe.
Nuestra Institución, la Asociación Cultural Israelita Argentina “I.L.Peretz” no podía estar ausente de este acontecimiento. Así como estuvimos cuando se juzgó y condenó al ex – juez federal Brusa y a los integrantes de una patota, tampoco estamos ausentes en esta ocasión.
Los motivos son varios, entre ellos nuestra decisión de acompañar todos los procesos judiciales y eventos relativos a las violaciones de los derechos humanos y a su defensa de manera integral. Los juicios a los genocidas y torturadores son parte de esa salvaguardia.
Pero también hay un motivo que nos resulta mucho mas cercano…y es que varios compañeros y amigos de nuestra Institución pasaron por esas infames mazmorras entre 1976 y 1978. Ellos son José Schulman, Pablo Schulman y Jaime Streiger. Con ellos y con los demás amigos y compañeros (muchos conocidos, otros muchos no) es nuestro compromiso indeleble.
Por allí pasaron muchos colaboradores de nuestra Entidad (entre ellos, el escultor Dante Pérez –autor de la estatuilla “Ana Frank” y director de la elaboración del busto de Ana Frank emplazado en la Costanera santafesina-, Atilio Boisseleau -cuyas hijas fueron kinderclubistas y una de ellas, maestra del Kinder-, el dibujante Raúl Viso –hacedor del mural sobre los 20 años del atentado a la AMIA-) y muchos mas con quienes nos hemos hermanado de manera fraternal.
Lamentablemente tanto Jaime como Pablo no están ya con nosotros, pero José –en tanto Secretario Nacional de la Liga Argentina por los Derechos del Hombre- suele venir a nuestra Casa a brindar su testimonio siempre vigente de militancia invariable de humanismo y solidaridad.
Glosando a Fito Páez, Coronda siempre estuvo cerca. Y en estos días, mas que nunca, junto a amigos y compañeros que van viendo cómo el sistema de justicia –esa construcción tan imprecisa y tan reacia a dictar Justicia-, al menos en estas ocasiones, está cumpliendo con sus funciones.
Por Memoria, Verdad y Justicia y parafraseando a los combatientes del Ghetto de Varsovia, ¡¡MIR ZAINEN DO!! (¡¡Aquí estamos!!)
… y decimos “Como a los nazis / les va a pasar / adonde vayan / los iremos a buscar”