Especial 8M: Huellas de Mujeres

Por: Red Eco Alternativo

La silenciosa lucha de siglos ha cobrado en los últimos años una fuerza que se sintetiza hoy en los espacios políticos, sociales, sindicales, barriales y culturales. Comisiones sindicales, de apoyo, grupos artísticos y laborales expresan la presencia de mujeres que reclaman hoy la discusión y el lugar que hasta no hace mucho estaba relegado socialmente al varón.

Comisiones de Mujeres: Salir a luchar 
Mujeres que se organizan para pelear por sus derechos dentro de sus lugares de trabajo, mujeres que se organizan para apoyar y formar parte de la lucha de sus compañeros de vida en sus ámbitos laborales. Las experiencias de las Comisiones de Mujeres de Kimberly Clark, Coca Cola y SIAM. En esta nota vamos a recuperar la historia de COCA COLA. 

COCA COLA
“Para la empresa era despedir simplemente a un trabajador, pero para nosotras eran familias que quedaban en la calle. Eso nos dio fuerza para apoyarlos.”
Los despidos y luchas de los trabajadores de Coca Cola habían comenzado en 2015, pero tres años después se produjo una nueva tanda de cesantías. Fue en ese momento, en 2018, que se creó la Comisión de Mujeres.
“En 2015 eran trabajadores cuyas compañeras no estaban muy al tanto de que podían luchar junto a ellos. En la tanda de 2018, donde estaba mi compañero despedido, decidimos conformar la Comisión. Y surgió a partir de que nos encontramos un día para el otro con que nuestros compañeros fueron despedidos y como compañeras, esposas, novias, nos unimos para reclamar también por los derechos de ellos. Para la empresa era despedir simplemente un trabajador, pero para nosotras eran familias que quedaban en la calle. Eso nos dio fuerza para apoyarlos a ellos, para que no se encontraran solos”, relata Kary. Ella integra la Comisión, cuyo objetivo principal fue, según sus palabras, apoyar primero a los compañeros y reclamar por sus derechos, pero también exigirle a Coca Cola que contrataran mujeres para trabajar en las plantas: “Tienen alguna que otra empleada administrativa o en los calls center, pero lo que es en planta, en la línea de producción, no tienen mujeres, no hay mujeres para el sector de limpieza o manejando algún tipo de máquina, las mujeres son excluidas totalmente de la planta. Ese era también nuestro objetivo, reclamarle a la empresa el derecho que tenemos las mujeres de trabajar”.
Actualmente, la Comisión está integrada por diez mujeres, ya sea compañeras de trabajadores despedidos como trabajadores que todavía están dentro de la plata: “Tenemos compañeras que por unirse a nosotras teniendo a sus esposos en planta, las vieron y despidieron a sus compañeros. No somos muchas en la comisión, pero tenemos el apoyo de otras comisiones, y eso da fuerza y empuje, y también nos contiene a nosotras porque no es fácil, nosotras tenemos que contener a nuestros compañeros, contener nuestras casas, contener nuestros hijos y salir a luchar. Salimos a luchar junto con ellos y a veces se hace difícil, por eso el apoyo de las demás comisiones nos fortalece, como también nosotros le damos apoyo a otras luchas”, describe Kary.
Entre las comisiones que las apoyan desde un primer momento, Kary destaca especialmente la de la cooperativa gráfica recuperada MadyGraf (ex Donnelley): “Nos guiaron respecto a cómo seguir en la lucha, siempre nos acompañaron y apoyaron, nos instruyeron porque nosotras, muchas mujeres trabajadoras, otras amas de casa, no teníamos idea de esto. Tampoco sabíamos que nuestros compañeros tenían derechos por los que iban a pelear, y que nosotras también como mamás, compañeras y sobre todo como mujeres. Aprendimos mucho de la lucha sobre los derechos de la mujer”.
En este sentido, Kary remarca que en este camino, tal como pasa en todos los sectores, las han mirado distinta por ser mujeres: “Pero nosotras seguimos para adelante. Nosotras seguimos para adelante. Nosotras decidimos hacer una acción y la hacemos. Seguimos peleando por nuestro objetivo que es pedir el puesto de trabajo de nuestros compañeros y su reincorporación”, aclara.
La comisión debió soportar la reacción de la empresa y sus directivos: “Hubo acciones que las mujeres hicimos en la puerta de la fábrica, solas o junto a nuestros compañeros, y fueron situaciones donde nos embroncábamos. Nunca pasó a mayores, pero tuvimos situaciones de ésta pidiendo colaboración de los compañeros de adentro de las plantas, y se acercaban los distintos encargados, supervisores, incluso delegados que son quienes supuestamente tienen que defender los derechos de los trabajadores, y se quedaban del lado de adentro de la planta, nos miraban y se reían. Pero nosotros igual continuábamos, íbamos con nuestros hijos, recibimos el apoyo de los compañeros de adentro, muchos de ellos nos solventaron; por ejemplo el año que mi compañero y sus compañeros despedidos estuvieron sin sueldo se hizo muy complicado porque faltaba un salario en las casas, pero ellos se acercaban, nos daban una palabra de aliento, nos ayudaban económicamente, mientras que de parte de la empresa jamás tuvimos la posibilidad de acercarnos”.
En cuanto a los principales logros obtenidos, Kary señala: “Conseguimos la reincorporación de compañeros que habían sido despedidos. En total fueron unas 10 reincorporaciones, aunque Coca Cola igual está incumpliendo la ley, porque está obligada a darles tareas, pero la empresa no se las está dando. O sea la empresa les paga un sueldo, pero no los hace trabajar porque dice que no tienen puestos. Es por esa lucha que seguimos este año, que es que inmediatamente les den tareas laborales a nuestros compañeros, porque ellos no quieren cobrar un sueldo, quieren su puesto de trabajo, y de ese objetivo no nos movemos”.
Tanto la Comisión de Mujeres como los despedidos saben que no es verdad que no hay puestos de trabajo para los reincorporados: “A los que echaron no los reemplazaron, sino que explotan a los compañeros que están adentro, los revientan trabajando, tenemos casos de compañeros que no quieren seguir más, que fueron a pedir no estar más en la empresa, renunciar porque ya el cuerpo no les daba más, psicológicamente es una tortura. Estas son cosas que la Justicia hace la vista gorda, el gobierno de turno, el anterior, el actual, todos saben lo que están pasando y nadie mira adentro de las plantas, pero nosotros seguiremos luchando. El objetivo es que nuestros compañeros recuperen el puesto de trabajo, que a los compañeros que están adentro se los valore, se los respete, y nosotras no bajar los brazos”.
Respecto a las luchas que se abren en este 2020, Kary remarca la denuncia realizada contra el Sindicato Unido de la Industria de Aguas Gaseosas y Afines (Sutiaga): “Ellos les descuentan a los trabajadores todos los meses una linda suma de dinero, como pasa en todos los sindicatos, pero al momentos de entregarlos, los entregan, hacen sus arreglos con la empresa y pasan a ser unos burócratas más. En este sentido, las mujeres también tenemos una lucha respecto a ellos, tenemos pensado ir y plantarnos frente al sindicato porque es el que tiene que hacer valer el derecho del trabajador, ya que la justicia dio su veredicto donde les da reinstalación a los empleados y la empresa no lo cumple, entonces nosotras como esposas, compañeras, comisión de mujeres decidimos ir a reclamar al sindicato para que se respete el derecho de nuestros compañeros y obviamente la palabra de la Justicia”.
Además, la comisión continúa esperando la respuesta de la empresa respecto a la inclusión de mujeres en la planta: “nosotras también podemos hacer el trabajo que hacen los hombres. Pero Coca Cola, de hecho, tampoco incluye a los hijos de los trabajadores de planta, no está permitido que trabajen allí”, explica Kary.