Entrevista a un Veterano: Contar mi historia…

GUERRA DE LAS MALVINAS

- Me llamo Adrián Marconi, soy de Río Tercero, provincia de Córdoba.

A finales del año 81 me encontraba en mi ciudad recién egresado del secundario esperando la cédula de llamada para hacer el servicio militar que en esa época era obligatorio. El 4 de febrero del año 82 me incorporan al ejército. Mi destino fue el Regimiento de Infantería 25 en la localidad de Sarmiento en la provincia de Chubut. Una vez en el regimiento nos entregan la ropa y nos comienzan a separar en las distintas compañías que componen el regimiento. Un oficial seleccionó a 40 soldados entre los que estaba yo para formar la sección AOR (aspirantes a oficiales de reserva). El oficial en cuestión fue el Teniente Roberto Estévez que fue el jefe de la sección .Después comenzó el periodo de instrucción en el campo que duró 21 días. En nuestro caso la sección se diferenció del resto de la compañía en cuanto a la instrucción recibida fue bastante más rigurosa. Finalizado ese periodo retornamos al cuartel donde se continuó con la capacitación en manejo de distintos tipos de armas, prácticas de tiro en el polígono, combates nocturnos, y así durante gran parte del mes de Marzo. El regimiento estaba compuesto por 4 compañías: la Comando, la A, la B y la Compañía servicios.
Para el 25 de marzo comenzamos a ver movimientos que nos llamaron la atención, como por ejemplo nos entregaron el equipo de combate número 1, el bolsón porta equipo con todo lo correspondiente a los elementos personales de cada uno. También nos entregaron el armamento individual con la munición de guerra, eso fue lo que más nos llamó la atención.

-Luján: ¿Quién era el líder de las fuerzas armadas?
-El jefe del regimiento era el teniente coronel Seineldin, que fue quien nos reúne en la Plaza de Armas, y nos informa que la sección de la Compañía Comando (Gato), la sección de la compañía B (Romeo) y la nuestra (Bote), pasábamos a formar la nueva compañía C y que íbamos a realizar un ejercicio conjunto con otras fuerzas.
El 27 de Marzo después de la cena a las 12 de la noche partimos en los camiones rumbo a Comodoro Rivadavia distante a 150 km de Sarmiento. Viajamos toda la noche a la madrugada llegamos al regimiento 8 desayunamos y en avión nos trasladamos a Bahía Blanca y del aeropuerto al puerto Belgrano .En el lugar estaba toda la flota mucho movimiento de tropas y nosotros cada vez entendíamos menos de que se trataba todo. A la sección nuestra, y a la Romeo nos ordenan embarcar en el rompehielos Almirante Irizar, mientras que la sección Gato, con el jefe del regimiento, al buque Santísima Trinidad. En la noche de ese 28 de Marzo zarpamos siempre sin saber a dónde. En el tiempo que duró el viaje tuvimos que soportar un temporal impresionante con olas de 6 y 7 metros lo que hizo muy dificultoso el avance de la flota.

-Emiliano: ¿Cómo fue su reacción al enterarse que iba a la guerra?
-La sorpresa fue muy grande, muchas cosas te pasan por la mente en ese momento , estábamos formando parte de un hecho trascendental e histórico de nuestra Patria pero no había mucho tiempo para el análisis y mucho menos para arrepentirse porque había que ultimar los detalles para cuando tuviéramos que desembarcar .El 2 de Abril cerca del mediodía en helicóptero nos llevan desde el Almirante Irizar al aeropuerto de Puerto Argentino y desde allíd en el buque Bahía Paraíso, esa noche hasta Pradera del Ganso nuestro destino definitivo. En todo el mes de Abril la vida transcurría muy similar a la del cuartel con las actividades propias como hacer los pozos de zorro que servían para la defensa del lugar, reforzar la instrucción, limpieza del armamento, hacer guardia, etc.


-Zahira: ¿Por qué empezó la guerra?
-Dos días antes de producirse el desembarco el teniente Estévez nos reúne en una de las bodegas de barco y nos comunica que vamos a formar parte de la recuperación después de casi 150 años de usurpación por parte de Inglaterra de nuestras islas Malvinas.

-Bautista: ¿Tenían días libres? ¿Qué hacían?
-En los momentos libres que teníamos generalmente los utilizábamos para escribirle cartas a nuestras familias, a los amigos y lo que no faltaba eran las charlas sobre comidas.

-Ángel: ¿Qué comían?
-En cuanto a ese tema durante Abril no hubo mayores problemas con el abastecimiento por lo que medianamente se comía bien, todo era en base a guisos, polenta, algo de fruta, mate cocido con leche, pasable. Hasta que llegó el 1 de Mayo, día en que comenzó la guerra en serio con el primer ataque inglés primero en el aeropuerto de Puerto Argentino y ese mismo día en Pradera del Ganso.

-Luján: ¿Qué se siente estar en la guerra?
-En ese ataque aéreo hubo 8 muertos todos integrantes de la fuerza aérea es ahí donde se toma verdadera dimensión de lo horrible que es la guerra.

-Ángel: ¿Cómo era el día a día en la guerra?
-Después del 1 de Mayo pasamos a vivir cada uno en su pozo de zorro para esa época ya hacía mucho frío las noches muy largas desde las 17 30 hasta las 8 45 que empezaba a aclarar con muy pocos días de sol se hacía realmente muy difícil .Durante todo ese mes la comida era una ración diaria de baja calidad en calorías fundamentalmente. Los ataques aéreos o los bombardeos navales eran cada vez más frecuentes por lo que la tensión y el nerviosismo aumentaba día a día. Hasta que llego el día 27 de Mayo, y en las primeras horas de la noche comenzaron los combates. Al teniente Estévez, jefe de la sección, le dan la orden de tratar de recomponer la primera línea defendida por el regimiento 12 de Corrientes, nos reúne a la sección nos comunica la misión y alrededor de las 5. 30 partimos al frente. Recorrimos aproximadamente unos 2000 metros desde nuestra posición, era todavía de noche, lloviznaba, mucho frío, hasta que nos topamos con los ingleses, el combate duró entre 4 y 5 horas, y fue la primer batalla terrestre de la guerra y considerada por los propios ingleses como una de las 20 batallas más importantes de toda su historia militar. En ese combate nuestra sección tuvo 6 muertos, nuestro jefe el teniente Estévez, dos cabos, tres soldados y varios heridos algunos de consideración, que afortunadamente pudieron recuperarse. Hicimos todo lo que pudimos con lo que teníamos en ese momento, había muchas bajas y muchos heridos, y ya casi sin municiones, no se podía continuar por lo que tuvimos que rendirnos. De ahí en más pasamos a ser prisioneros de guerra. Al día siguiente fuimos llevados a una casa a unos 5 km donde estuvimos dos días y de allí a San Carlos.

-Bautista: ¿Qué armas tenías?
-Yo tenía una lanza cohetes.


-Zahira: ¿Cómo fue la llegada de los sobrevivientes de Malvinas?
-El 3 de junio nos embarcan al buque Norland Hull donde permanecimos prisioneros hasta el 12 de junio que nos llevan a Montevideo Uruguay donde nos entregan a los militares argentinos, desde Montevideo, en dos barcos argentinos fuimos hasta La Plata y desde allí en colectivos hasta Campo de Mayo .Durante el trayecto se nos prohibió asomarnos por las ventanillas y nos ordenaron cerrar todas las cortinas para que no pudiéramos ver hacia afuera ya que la gente ya se había enterado que llegaban los primeros prisioneros y muchos querían buscar a sus familiares . En Campo de Mayo estuvimos 4 días donde estuvimos en engorde porque habíamos perdido muchos kilos nos pudimos bañar cambiar toda la ropa y recibir visitas de los familiares. Después volvimos al regimiento donde estuvimos hasta fines de junio, nos dieron licencia todo el mes de Julio y en Agosto la baja definitiva y de nuevo a la vida cotidiana. Y es ahí donde comienza la dura tarea de insertarse nuevamente en la sociedad.

-Zahira ¿Sienten que esa lucha que llevaron adelante Uds, fue reconocida por el pueblo?
-Lamentablemente decir que éramos veteranos de guerra no nos favorecía, por muchos años fuimos los locos de la guerra pero afortunadamente hace unos años eso cambió y hoy la gente tiene otro concepto y cuando se encuentran con un veterano te dicen gracias por todo lo que hicieron y ese es el verdadero reconocimiento que el veterano necesita.
Bueno espero que les sirva el relato que no los haya aburrido y desde ya muchas gracias por permitirme contar mi historia.

-Muchas gracias, Adrián, por tu tiempo y por lo que hiciste por la Argentina, nuestro país.