¡Fuera Ingleses de Malvinas!

A 30 Años de la Guerra
Por: Guillermo Sánchez Porta

Cuando entramos en el 30 aniversario de la guerra de Malvinas, la resolución del UNASUR prohibiendo el desembarco en puertos sudamericanos de barcos con la bandera de “Falkland” (como llaman los piratas ingleses a nuestras Islas Malvinas) y las posteriores declaraciones del primer ministro británico, David Cameron, acusando ridículamente a Argentina de “tener una política colonialista”, coloca el debate de cómo recuperar nuestra soberanía sobre la islas. ¿Es el “diálogo” con los piratas, impulsado por Cristina Kirchner y EEUU la vía para lograrla?


El 3 de enero de 1833, Inglaterra ocupó las Islas Malvinas y expulsó a los pobladores argentinos que allí vivían. Lo hizo después de haber firmado un “Tratado de Paz y Amistad” con la República Argentina en 1825, con el único argumento de que tenían derecho a ocupar lo que quisieran, como lo hacían en otros lugares de Latinoamérica, África y Asia, sin fundamentos geográficos, culturales o históricos. A partir de ese momento Inglaterra defiende su control argumentando que son los propios “pobladores” de Malvinas quienes “deciden” ser parte de Gran Bretaña. ¡Estos son los “Kelpers”, descendientes de los invasores de 1833 y otros llevados por los ingleses, que Inglaterra sin vergüenza les plantea el “derecho a la autodeterminación”!

Una sospechosa escalada verbal con Cameron

La prohibición del UNASUR del desembarco de barcos con bandera de Falkland, generó no sólo las declaraciones delirantes de Cameron (¡los piratas ingleses nos acusan de colonialistas!), además reunió al Consejo de Seguridad Nacional, definió el “fortalecimiento de la base militar” en Malvinas y, en la misma semana, informaron que el “principito” heredero, William, terminará este año su formación militar con entrenamiento de 8 semanas en Malvinas. Parece que Cameron, emulando a la premier Margaret Tatcher del ´82, quiere usar el tema Malvinas para cohesionar su frente interno ante la tremenda crisis económica y las luchas sociales en Inglaterra, desviando así la atención. EEUU hizo un llamado a que se cumplan las resoluciones de la ONU (repetidas hasta el cansancio desde 1965) y que Argentina e Inglaterra se sienten a dialogar sobre Malvinas. El gobierno de Cristina se declaró feliz por este supuesto “cambio” de Obama. Justo esa misma semana el periódico inglés The Sun informó que una empresa yanqui, Anadarko, comenzará a explotar petróleo en la base marítima de Malvinas.

¿La política K puede recuperar la soberanía?

El repudio a las declaraciones de Cameron y la resolución del UNASUR son bien vistas por quienes quieren recuperar la soberanía en Malvinas. Pero son acciones muy limitadas. Por ejemplo, todos los barcos de Malvinas pueden bajar la bandera de “Falkland”, subir la inglesa y entonces sí, desembarcar en cualquier puerto sudamericano.
También es equivocado que Cristina genere expectativas de “cambio” en la política imperialista yanqui. No se puede ni pensar que EEUU tendrá una actitud “anticolonialista”, siendo los principales colonialistas del mundo y quien dio apoyo logístico clave a Inglaterra en la guerra de Malvinas.
La política del “diálogo” con los piratas y que se cumplan las resoluciones de la ONU no llevará a recuperar las Malvinas. Como bien explica a Página/12 el experto británico en defensa, Peter Lee, “ambas partes pueden decir que la resolución de la ONU las reivindica”, porque toma lo geográfico (reclamo argentino) y “los intereses de los isleños” ¡o sea la “autodeterminación” de los Kelpers”!
Ese es un camino sin salida, mientras los ingleses siguen depredando nuestras riquezas.

Tenemos que tomar medidas de fondo

Inglaterra no sólo ocupó las islas sino que extendió su control sobre el Mar Argentino y agrandó su “zona de exclusión” después de la guerra de 1982. Allí se apropia de una inmensa riqueza pesquera, petróleo y minerales y otorga licencias de pesca a barcos de todo el mundo que están depredando el Mar Argentino, hecho que, desmintiendo los dichos de Cristina, es denunciado en Foros internacionales por numerosas ONG´s y ambientalistas. Además, desde la guerra, Inglaterra aprovechó para instalar una poderosa base militar que apunta a toda Latinoamérica, con denuncias, incluso, de que puede haber armamento nuclear.
Cristina informó que desde 2003, cuando los Kirchner asumieron, los ingleses compraron 18 grandes empresas y tienen todo tipo de facilidades para invertir en Argentina. Para recuperar las islas y que la sangre de centenares de pibes no se haya derramado en vano, hay que hacer lo opuesto, hay que tomar medidas de fondo. La ruptura de relaciones con Inglaterra, la expropiación de sus empresas, bancos y tierras, son algunas medidas casi elementales para un gobierno que quiera imponer la devolución de las islas.

Algunas propuestas para enfrentar al colonialismo

El pasado miércoles 25 Cristina Kirchner brindó un discurso en el que señaló: “Estas son las principalísimas empresas del Reino Unido que trabajan en Argentina, como la British Petroleum -que es accionista de Paramerican Energy-, la Royal, la Easy, ex Duperial, todas las mineras, como Río Tinto, Alexander Mins, Patagonia Gold, HSBC, Standard Gold, Glaxo, Unilever, British Telecom, en fin, pilas de empresas británicas que están trabajando desde hace muchísimo tiempo aquí en la República Argentina”.
Con eso demostró que los ingleses no sólo nos robaron las Malvinas, sino que sus empresas siguen actuando en el país con total impunidad sin que el gobierno haga nada. Enunciamos algunas propuestas para enfrentar a los ingleses:

• Expropiar a estas multinacionales para ponerlas a funcionar bajo control de los trabajadores y el pueblo argentino.

• Derogación de todos los tratados y leyes que nos atan al imperialismo inglés (Acuerdos de Madrid de octubre de 1989/1990; del Tratado de Garantía de Inversiones con Gran Bretaña firmado en Londres el 11 de diciembre de 1990, etcétera).

• Anulación del canje de la deuda promovido por el gobierno a manos de bancos extranjeros, entre ellos el Barclays británico.

• Suspensión de todo pago de deuda externa a Gran Bretaña.

• Anulación de la concesión a Panamerican Energy (British Petroleum y Bridas) para la explotación de Cerro Dragón (yacimiento petrolífero en Chubut).

• Anulación del permiso de operación del aeropuerto británico propiedad de Joe Lewis en Río Negro, desde el que se podría partir a Argentina continental en dos, y su efectivo control de parte del Estado argentino.

• Nacionalización de todas las tierras en manos británicas.

• Nacionalización de toda empresa que participe directa o indirectamente en la explotación colonial de nuestras Islas Malvinas y plataforma continental, y de la mega minería contaminante.