ENTREVISTA A VETERANOS DE MALVINAS
Por: Leo Martínez, 25 años
Fotos: Hernán Várgas
Fotos: Hernán Várgas
Se celebra en honor a
la Batalla de la Vuelta de Obligado,
ocurrida en aguas del río Paraná el 20 de noviembre de 1845, bajo el gobierno
de Juan Manuel de Rosas.
En la batalla los patriotas
cruzaron gruesas cadenas sobre el curso de agua para tratar de impedir el paso
de la flota anglo-francesa. La historia cuenta que la batalla se desarrolló por
más de 11 horas y que los patriotas argentinos consiguieron detener la
navegación de los navíos europeos. Según los historiadores, en la Vuelta de
Obligado, las naves extranjeras quedaron tocadas y, si bien no detuvieron su
andar, la resistencia argentina logró insuflar ánimo a la resistencia del
pueblo.
Por esta acción
político-militar de defensa de la soberanía que condujo el entonces gobernador
de la provincia de Buenos Aires, Juan Manuel de Rosas, el libertador San Martín
le legó su preciado sable corvo.
El 19 de marzo de 1982,
cuarenta y tres argentinos llegan a las Georgias del Sur con la misión de
desmantelar una factoría británica instalada en las Islas Malvinas en 1904.
Gran Bretaña formaliza su protesta enviando al Buque de guerra “Endurace” y
amenaza con mandar otros. La Armada Argentina moviliza su flota y comienza así
la gesta de las Malvinas.
Juan Marcos SoPerez.
Leo- ¿Usted tenía un rango
durante la guerra de Malvinas?
Juan Marcos- Yo soy nacido en San José del Rincón, entre a los 16 años a la
Infantería de Marina, es decir que en el conflicto de Malvinas yo ya estaba en
las filas, era voluntario, hacía dos años que estaba; así que ya tenía la
experiencia para enfrentar el momento. Mi madre era soltera y abracé la carrera
militar porque entendí que son Instituciones de la Nación, son instituciones
sagradas, las instituciones no son para ser enjuiciadas políticamente, porque
las instituciones nos legaron nuestros patriotas; San Martín y Belgrano
formaron los primeros ejércitos en la defensa de la Nación para que no sigamos
siendo presa de los imperios que había en el mundo, entonces a partir de allí
se crearon instituciones armadas las cuales en muchos momentos de la historia
han sido objeto de mal manejo por parte de algunos ciudadanos, porque todos
somos ciudadanos argentinos, no es que hay militares y civiles, no somos todos
argentinos, después viene la condición que cada uno elige, están los ciudadanos
que eligen ser militares, pero somos todos argentinos.
Leo- Una vocación.
Juan Marcos- Exactamente, hoy lamentablemente uno dice soy militar y es mala
palabra, es pecado capital, yo creo que debería haber una reconsideración, pero
así están las cosas; pero bueno, en aquel entonces me toco ir a Malvinas,
desembarque con el primer vehículo en Malvinas.
Juan Marcos- Sí, en 1982 yo era cabo y me tocó desembarcar como apuntador de
ametralladora 12 con 7 para lo cual estaba perfectamente adiestrado.
Leo- ¿Cuántos años tenías?
Juan Marcos- 21 y pico.
Leo- ¿Fueron la primera tropa
que piso suelo de Malvinas?
Juan Marcos- La Infantería de Marina constaba de 600 hombres, ya veníamos
adiestrándonos y haciendo ese tipo de
operaciones que hicimos en Malvinas, fue el único cuerpo argentino de las
fuerzas armadas que estaba en capacidad para recuperar y para defender las
Malvinas; lo que ocurre es que es una guerra que se divide en dos partes, la
primera esta referida a la recuperación patriótica, justa que no debe ser
mezclada con lo nefasto que fue la dictadura, nada tiene que ver, la causa
Malvinas es patrimonio legitimo del pueblo de la Nación Argentina mas allá de
los tiempos y de los intereses políticos. La política no tiene el patrimonio de
la causa, la causa es nacional y popular, porque hace a la esencia de la
libertad, la razón y la justicia, causa que fue avasallada, usurpada y
violentada por un país muy poderoso, Inglaterra, que ha sido históricamente
cuna de grandes pensadores, que hicieron a la evolución social del hombre y sus
derechos, pero que jamás dejaron de pensar y asolar a nuestro suelo patrio.
Desde 1806 comenzaron sus ambiciones territoriales y económicas de nuestro
suelo, lo hicieron en 1806, 1807 fueron rechazados, se les capturo los emblemas
imperiales, sus banderas y estandartes y están en nuestros museos. En el 82 el
2 de Abril, en mi vehículo yo traje el estandarte, el bastón de mando del
gobernador británico, y trajimos sus banderas que violentaron nuestra soberanía
y libertad desde 1833, y fueron depositadas en los museos que están en baterías
de Infantería de Marina; esos emblemas imperiales símbolo de la opresión, están
ahí juntos a los que están en Buenos Aires. 74 días duró esa defensa gloriosa
por parte del soldado argentino en la más completa adversidad porque no
solamente se enfrentó a Inglaterra, sino a sus aliados, los aliados de sangre
del Norte de nuestra bendita América, los Estados Unidos, la Unión Europea.
Nosotros prácticamente estábamos solos.
Juan Marcos- Era un ejército con mercenarios, venían nepaleses, de la comunidad
del command word británico o sea ellos son colonialistas e imperialistas desde
siempre, es como que ellos aprendieron
en aquel génesis que tuvieron como nación, ellos fueron la consecuencia de lo
que sufrieron por parte del imperio romano y que dejó su sello, su huella en la
Gran Bretaña, fueron entonces conquistadores, imperialistas y piratas, y eso
quedó mas acentuado cuando ocurre la revolución de 1770 previa a la revolución
francesa; la revolución industrial después comenzó a incentivar ese
imperialismo y ese hegemónico derecho que tuvieron por siempre en el mar.
Forman colonias y llevan a Inglaterra toda la materia prima para enriquecer a
la corona. Hay un detalle que hay que decir y es que en todas las colonias
fueron dejando un sello; en nuestro país lo dejaron y saben cuál es, es la
torre de los ingleses, una torre monumental que esta en Buenos Aires, ese es el
emblema que esta plantado en cada uno de los paraísos coloniales que ellos
tienen en el mundo, siempre hay erigida una torre e idéntica a la hoy
denominada Torre Monumental; le cambiaron el nombre, en el 82 le prendieron
fuego, y esa torre que está en frente del Sheraton, parece mentira esta
enfrente al Monumento a los caídos en Malvinas con las 36 placas, esa torre que
tiene todos los emblemas monárquicos, que fue un regalito de Inglaterra y tiene
hasta el último granito de arena inglés y que cuando la construyeron no dejaron
que nada fuera nacional, todo fue traído de Inglaterra, fue un obsequio real al
presidente Victorino de la Plaza cuando se cumplía el centenario de la
Revolución de Mayo de 1810 como para decirles no se olviden que ustedes tienen
un tratado de amistad, comercio y libre navegación de carácter perpetuo que se
firmó en 1825, cuando ellos violentaron Malvinas en 1833 lo hicieron violando
ese tratado, ellos un año antes, en 1824 habían reconocido la independencia de
Argentina.
1820 es el punto de partida, hasta el día de hoy, de la política británica en nuestro país. Hoy
los británicos están usurpando Malvinas y al mismo momento están en la
Patagonia sacando y chupando el petróleo, la British Pretoleum, en Cerro
Dragón, y se lo están llevando a un irrisorio precio, vivimos sumidos en los
caprichos imperiales e intereses de ellos.
Nosotros creemos que el 2 de Abril, de alguna manera le dimos un ejemplo
de fuerza y patriotismo, pero fuerza en el sentido espiritual, de razón y
justicia contra los poderosos porque no hay que olvidarse que Inglaterra nos
condena en 1982: dice que fuimos a invadir Malvinas y la palabra invadir es
sinónimo de apropiarse y vos no podes apropiarte de una cosa que es tuya y las
Islas Malvinas son y fueron geográfica e históricamente por derecho, Argentinas.
Juan Marcos- La Argentina jamás le declaró la guerra a Inglaterra. Inglaterra,
luego del 2 de Abril, producto de esa hegemonía mundial que tuvo y sigue
teniendo, buscaron todos los artilugios para condenar una acción que fue
impecable; el 2 de Abril hubo un muerto, el 3 de Abril hubo tres muchachos más,
en Georgia, y todos argentinos, ningún inglés, es más, yo ví la cara del
gobernador Rex Hunt a las 11:30, 11:45 hs., cuando, desde mi puesto de
apuntador, pasaba por debajo de mi ametralladora; y yo lo veía en su Rolls Royce con su mirada
perdida y su uniforme de gala, sombrero con plumas y la chapa patente real, se
dirigía al avión en Puerto Argentino y de ahí a su casa, de donde nunca tuvo
que haber salido, nunca debió haber pretendido ser gobernador de un territorio
ajeno. La misión nuestra era considerar a todos los habitantes de Malvinas como
ciudadanos argentinos porque estaban pisando suelo argentino y como la Constitución
lo reza, el suelo argentino es para todo ciudadano del mundo de buena voluntad
que tenga el deseo de habitarlo; por eso la premisa era no violar bajo ningún
punto de vista la propiedad privada ni alterar la vida de los isleños, debíamos
ser respetuosos con las mujeres, niños y ancianos y bajo ningún punto de vista
podíamos entrar a ninguna institución de la isla; jamás pateamos un puerta,
andábamos en las calles, jamás entramos a ningún lugar. Jamás Argentina le
declaró la guerra, al contrario lo que se trató de hacer es ir a los Foros
inmediatamente y decir nosotros recuperamos lo que había sido usurpado y se
recuperó por la vía de la paz sin violencia; Argentina quería negociar no dijo
le declaramos la guerra a Inglaterra, ni si quiera ese borracho de Galtieri.
Les decía si quieren venir que vengan,
les presentaremos batalla, pero no les estaba diciendo les declaramos la guerra
porque nosotros no fuimos a Inglaterra, ellos vienen para acá a violentar. Pero
si se cometieron errores, y graves. En la segunda etapa de la guerra luego de
la recuperación se cometió el error estratégico de no montar una defensa con la
gente capacitada y con conocimiento de lo que iba a ser la guerra, esa era una
guerra anfibia y para planificar la defensa de una isla no podes llevar a
cualquier soldado, no podes llevar a gente del ejercito por ejemplo, sí para el
combate en el interior de tierra, pero si vos sabes que vienen naves y van a
desembarcar en una playa tenés que hacer una defensa conforme a las
características del invasor y era anfibia, ¿sabes cuántos infantes de marina
tenía el país en ese entonces? 12.000 (Doce mil); ¿cuántos fueron a Malvinas?
350 o 400, y todo el resto estaba acá porque, y aclaro es una opinión muy
personal, como marina había ganado el respeto para pasar a la historia por la
recuperación entonces querían darle protagonismo al ejercito, y ese egoísmo
tonto nos llevó a hacer un defensa descentralizada, centralizada era esperar al
enemigo con las capacidades anfibias, y en tierra que participe el ejercito y
fuerza aérea, pero todo planificado: que tengas
previstos los lugares posibles donde van a desembarcar, como disponer
tus tropas, tácticas y técnicas, mejor dicho primero las técnicas y luego
vienen las tácticas, apoyos terrestres y aéreos, hacer el desarrollo probable
de munición, logística, comida, sanidad, como hacer las evacuaciones, puestos
de socorro, todo es un conglomerado de coordinaciones de comando y
comunicaciones que si se hace descentralizado que fue lo que se hizo, pasa lo
que pasó; los mismos ingleses dicen que no aguantaban mas de un día y medio de
lo que duró y con todo esos errores Menéndez tiene miedo de que halla una
carnicería, pero es por la falta de conocimiento porque si sabía que las tropas
de ellos estaban desmoralizados había que aguantar un día y medio más y quizás
ellos se rendían.
Juan Marcos- Se dice, pero no, tenían
quizás alejado pero creo que no, venían confiados con las armas que tenían y
eran suficientes para superarnos, tenían aviones que despegaban verticalmente.
Leo- ¿Recibieron ayuda de países
vecinos nuestros?
Juan Marcos- Los chilenos los apoyaron en darles abastecimiento y les dieron
información estratégica para hundir el Belgrano, nos traicionaron, pero la política
le pone paños fríos, pero ojo no el pueblo chileno entiéndase, en Chile había
un gobierno militar muy invasor y veníamos del conflicto del 1978 con ellos y
bueno estaba fresco eso, pero el pueblo apoyo.
Leo- Los chicos de la Búsqueda
que no pudieron venir elaboraron unas preguntas ¿Cuántos soldados fueron a
Malvinas? *
Juan Marcos- 14.000 (catorce mil).
Leo- ¿Cuántos soldados caídos en
combate?
Juan Marcos- Hubo 649 efectivos y más de
800 en la posguerra, suicidándose.
Leo- ¿Terminaron muchos con
problemas psicológicos?
Juan Marcos- No. Toda guerra crea en los soldados una experiencia traumática
porque no es normal en la vida de un ser humano tener una experiencia tan
límite como es la guerra donde ves la muerte de cerca, eso te marca, en Malvinas
eso se potencio porque vos lo podes sobrellevar si sos contenido socialmente,
pero a los muchachos, la mayoría estuvieron deambulando sin pena ni gloria
mucho tiempo, no ahora porque fueron reconocidos socialmente por el gobierno y
muchas entidades y les han dado pensiones.
Leo- Los chicos
preguntaban si ustedes tienen alguna ayuda por parte del Estado.
Juan Marcos- Si pensiones y obra social, se esta bien pero todavía hay temas
que se pidieron y no han sido satisfechos, yo creo que el sector más vulnerable,
los conscriptos, aquellos que no estaban en capacidad de ir y fueron son los
que más han sufrido.
Leo- ¿A qué cuerpo pertenecías y
en qué sector de la isla estuviste?
Juan Marcos- Estaba en Infantería de Marina y estuve en Puerto Argentino, luego
regresamos al continente y nos mandan al Sur, a Río Grande, esperando volver
porque éramos 12.000 y mandaron una sola unidad, el BIM 5, que fue la última en
rendirse y más bajas les causó a los ingleses. Ellos no lo dan a conocer pero
ellos, a los guardias galeses, los desmembraron todos; reconocen 250 caídos
pero fueron mas de dos mil, no lo reconocen por orgullo pero tienen celosamente
guardado y por 70 años no pueden dar números.
Leo- Muchísimas gracias por la
nota.
Juan Marcos- Ahora viene un compañero que les hablará de la defensa.
Leo- ¿Cuál es su nombre?
Jorge Luis Rodríguez.
Jorge Luis- Al Regimiento 12 de infantería de la ciudad de Mercedes, Provincia
de Corrientes. Yo era de la banda de música cuando estábamos haciendo el
servicio militar, pero al ir a Malvinas se junto retazos de cada compañía y se
armó una compañía especial que era la C de los convocados, con grupos de
comandos, de banda de música, de servicios, etc., una vez que volvimos de
Malvinas cada bicho para su agujero, por
así decirlo.
Leo- ¿Cuantos años tenías?
Jorge Luis- 19 años.
Leo- Y estudiabas música.
Jorge Luis- No, me preguntaron si sabía tocar algún instrumento, les dije que
guitarra y que me gustaba el saxofón.
Leo- ¿Cómo era la alimentación
durante la guerra?
Jorge Luis- Al principio cuando llegamos, antes del bloqueo de los ingleses,
la comida se distribuía bien: en el pueblo había un tinglado en el que se
tiraba el alimento desde una claraboya, de arriba, porque no se podía abrir de
la cantidad de latas de cornebeef, picadillo, galletitas, etc., pero la
alimentación fue muy mala de la mitad del conflicto en adelante, porque no se
distribuía, ya no comíamos seguido, yo perdí muchísimos kilos, llegue a 57
kilos cuando el ideal mío eran 65 kilos.
Leo- ¿Cómo hacían para
descansar?
Jorge Luis- Nos turnábamos de noche, dormíamos en un pozo de zorro, una
especie de fosa de cementerio y estábamos las 24 horas ahí dentro, éramos un
grupo y nos juntábamos de a dos.
Leo- y a la noche, en los
combates no se veía nada.
Jorge Luis- Oíamos las balas zumbar constantemente y donde veíamos que salía
el fogonazo, ahí tirábamos.
Jorge Luis- Pero ellos también atacaban de día, ellos atacaron Puerto Darwin
de día y se extendió hasta la noche, tiraban luces de bengalas y se tiraban
cuerpo a tierra, nosotros también.
Leo- ¿De qué armamento
estabas provisto?
Jorge Luis- Yo era granadero del equipo B del primer grupo de la compañía C de
los convocados, mi misión era disparar con balas de fogueo y la misión era
colocar en el FAL (Fusil de asalto) una especie de alfa yaba, como un
silenciador, y eso apagaba el fogonazo que emitía mi arma, y se calzaba la
granada que era como una berenjena y se le metía una bala de fogueo que
impulsaba la granada y va para arriba y cuando cae, explota, si te agarra te
hace un buraco; la única vez que disparabas directo es cuando veías un tanque y
le disparabas a la oruga y lo inmovilizaba. Y cuando se terminaba eso, bala
común.
Leo- ¿Cómo era tu ropa?
Jorge Luis- Yo estuve 60 y picos de días en Malvinas y estuve siempre con la
misma ropa. Usaba un calzoncillo, luego uno de frisa, pantalón de combate, dos
pares de medias, el borceguí, y usaba ballenera, remera de manga larga verde,
casaca del ejercito y campera, casco y un par de guantes.
Leo- ¿Pasabas frio igual?
Jorge Luis- Lloviznaba y el agua se escarchaba y quedaba en el pozo de zorro
esa agua y, vos metido los pies ahí; a veces robábamos ovejas, cazábamos ovejas
y no me van a creer, comíamos la carne cruda, no podíamos prender fuego porque
eso delata tu posición, entonces comíamos la carne cruda y con los cueros
hacíamos una especie de colchón. La carne cruda primero era asquerosa pero
después era deliciosa.
Leo- Era sobrevivir como
se pueda…
Jorge Luis- Cortábamos los alambres de los tejidos y con los palos hacíamos
como un colchón para dormir arriba de eso, era para aislarnos del frío y cuando
hacíamos guardia se escuchaba ¡VIVA LA PATRIA!, por parte de los muchachos. En
Darwin llegaron los barcos ingleses, nosotros éramos 450 hombres y ellos eran
1000, nos invadieron; teníamos 300 de un lado, 300 de frente, 300 del otro
lado y encima luego llegaron más para
apoyarlos, ellos tenían todas las de ganar, gente adulta que sabían que al
desembarcar tenían que tomar rápido la posición para no desgastarse y estaban
con agua calentita en los barcos. Después que terminó la guerra de Malvinas nos
vinimos a nuestro hogar, en cambió ellos después se fueron a combatir la guerra
del desierto, para ellos es un trabajo y nosotros éramos los chicos de la
guerra, nunca combatimos, allí por primera vez vi un combate, vi morir muchos
de mis compañeros, también vi muchos británicos muertos.
Leo- ¿Te tomaron
prisionero?
Jorge Luis- Yo fui prisionero de los británicos diez días.
Jorge Luis- Dentro de todo fue bueno, primero nos apuntaban con las armas pero
cuando vieron que no teníamos más fusiles se relajaron un poco, nos tuvieron en
un galpón donde pusieron vapor para que pudiéramos estar en un ambiente cálido
y al día siguiente nos llevaron en helicóptero hasta el barco Northland, yo
estuve en el camarote 60-61 con otro muchacho más y comíamos comida caliente
porque embargaron nuestra propia comida y con eso nos alimentaban a nosotros.
Leo- ¿Cómo fue la vuelta a
casa?
Jorge Luis- Estuvimos diez días en alta mar y recuerdo que pusieron esa tela
pasacalle oscura para que no nos vean llegar, no nos dejaron tomar contacto con
la gente, nos llevaron a campo de mayo y estuve diez días de recuperación donde
nos obligaban a comer, el jefe te quería ver moviendo la mandíbula, y al
recuperar varios kilos te mandan a tu casa y así tu familia te ve bien, son
astutos. Nos dijeron que no contemos ciertas cosas de la guerra, pero la
familia se daba cuenta que estábamos mal. Yo recuerdo que combatiendo se me
trabó un fusil y las balas me zumbaban y yo no me daba cuenta, cuando saco la
munición decía 1945, ¡era un fusil de 2da guerra mundial!
Leo- ¿Es verdad que al
tirar seguido el fusil se torcía?
Jorge Luis- Sí, había que tirar y parar un rato. Cuando buscábamos la comida
la traíamos desde donde se cocinaba en un cilindro, y en el trayecto se
enfriaba o al atacar los aviones ingleses nos tirábamos cuerpo a tierra y se
volcaba la comida, un desastre. Era constante el ataque de los aviones
Harrier.
Leo- ¿El mejor avión
Argentina de combate fue el Pucará?
Jorge Luis- Eran muy lentos, era un avión a turbo-hélice y con el ruido que
hacen tienen tiempo de vaciarle el cargador.
Leo- Decían que no los
podían detectar porque volaban bajo.
Jorge Luis- Sí, volaban bajo, pero se necesitaban aviones mas modernos, ellos
tienen una flota moderna, no estamos en condiciones de una pelea con ellos, son
gente preparada y yo los miraba y la edad promedio eran 25 a 30 años y son
profesionales, yo lo miraba a mi jefe y tenía la panza que tengo yo ahora, y
así no estas para combate, sabes como queda la panza afuera del pantalón de
combate, es horrible y alguien que integra una fuerza de seguridad no puede
estar en ese estado.
Leo- y ellos estaban
instruidos sabían varios idiomas.
Jorge Luis- Yo notaba un grado de preparación; mira que esto sirva de ejemplo:
yo hice el servicio militar en el Regimiento 12, de Mercedes, allí nos dividían
con tarjetas rojas a quienes no saben leer y escribir, era impresionante los
que levantaban la mano; yo terminaba el secundario y me dieron una tarjetita
blanca, los de estudio primario, tarjeta verde, eso parecía la cancha de
Independiente todos tarjetas rojas, y es el día que voy a cobrar mi pensión y
me dicen: “señor podes sacar mi pensión por mi, no se leer”; a mí me duele,
estamos en el siglo 21.
Leo- ¿Qué fue lo que más
te impacto en Malvinas?
Jorge Luis- Yo soy nacido en el sur, en la Patagonia, y bueno, estaba
acostumbrado al paisaje, pero bueno,
encontrarme con gente de todos lados, pelear contra los británicos…
Leo- ¿Y cómo hicieron
ellos, que venían de tan lejos para desembarcar, si estaban todos ustedes?
Jorge Luis- Son especialistas, te mandan un buque y vos estabas concentrado en
atacarlo, y por otro lado ellos desembarcan con otros buques; son
profesionales, estaban preparados, tenían submarinos nucleares, y nosotros con
buques de la 2da guerra mundial, el crucero Gral Belgrano era un buque que se
salvó de Pearl Harbor; ni un sonar para
detectar nada, en un combate no podes con eso, es más, si los buques en vez de
ir a Malvinas enfilaban al continente es la hora que estamos hablando en inglés,
¿con qué parás una flota de 120 barcos? ¿Con una vaca los parás?
Leo- Pero en el continente
estaban las tropas de reserva…
Jorge Luis- Sí, en tierra queda un contingente, son los soldados de reserva
que se volvieron a sus regimientos, que no pelearon, esos son los movilizados
que hoy día están reclamando para cobrar una pensión, pensión que no les corresponde. Realmente nos falta
mucho, mucho, no sabemos vivir en democracia, no hay respeto por los mayores,
la justicia no puede contener a los jóvenes, la falta de valores, la droga
somos hijos del rigor, a mi me duele, y yo quiero que los jóvenes estudien, se
preparen, que haya unión en la familia, que haya respeto, no tener miedo a que
te roben, ya me cansé...
Leo- El regimiento de los
correntinos dicen era el más valeroso ¿Qué anécdota me podes contar de la
guerra?
Jorge Luis- Ver morir a mis compañeros con las tripas afuera, que hasta el
último suspiro se tiroteaban con los ingleses y las balas zumbaban y yo
disparaba con lo que tenía, ver los muertos por acá, por allá y, lo que más me dolió,
fue enterrarlos. En Malvinas te daban medio paño de carpa y yo tenía otro paño
y al juntar los botones con los ojales te juntabas conmigo y armabas la carpita
y bueno ahí poníamos los cuerpos; en la guerra encontrás manos, brazos, una vez
pasamos por los restos de un avión Aermacchi y en los retazos estaba solo el
tórax del piloto, el corazón había volado, la cabeza también, y lo pusimos en
la carpa, pesaba una enormidad, nunca me
voy a olvidar lo que pesaba, era de un piloto nuestro que cayó en puerto
Darwin.
Leo- ¿Y enemigos muertos?
Jorge Luis-Sí, por los uniformes te dabas cuenta: ingleses para un lado,
argentinos para otro, y después pedazos de brazos, piernas, que no sabias de
quienes eran, los ponías en una bolsa y los enterrabas, así que estoy seguro
que en el cementerio de Puerto Darwin debe haber ingleses enterrados, es duro
pero a mi no me afectó, tengo un hogar bien constituido y nunca se me pasó por
la cabeza suicidarme, ni loco, yo amo la vida, quiero vivir, pero cuando volví
estaba excesivamente nervioso. Muchos se suicidaron, un señor de San Juan se
tiró del puente Nicasio Oroño en el 98.
Leo- ¿Y hacen estas
reuniones todos los martes, les ayuda estar juntos?
Jorge Luis- Sí, el encontrarnos, hablar de la vida, pero, no hablamos tanto de
Malvinas, cómo andan las familias, solo recuperar lo bueno; nos fuimos a Perú.
Yo soy de la idea de juntarnos como la familia, una familia bien constituida,
esa es otra batalla, ves un pibe que se droga, seguro problema en la familia.
Nos falta mucho, no sabemos vivir en democracia, somos nuevos en esto, si
pudiera empezar a ver más tarjetas aunque no sean blancas sino verdes, ahí te
voy a creer que algo esta cambiando, pero somos del tercer mundo y nos hacen
creer que estamos en el primero, mentira ponete una mano en el corazón, cuando
no haya tantas tarjetas rojas, ahí te voy a creer.
Leo- Te pregunto, sería
bueno para vos que a la Argentina vuelva el servicio militar.
Jorge Luis- Sí, a la edad justa, los 18, 19 años, para que los jóvenes no
estén drogándose con la bolsita de poxi sino vistiendo un uniforme; levantarse
a las 5 de la mañana, lavar tu calzoncillo, tu sábana, ordenar tus cosas, y
tener respeto.
Leo- Pero, no combatir
como se hizo en Malvinas.
Jorge Luis- No, sólo hacer el servicio militar para salir instruido, salís con
otra mentalidad, vale la pena. Cuando lo quitaron no me gustó porque nos fuimos
al otro extremo; y si fue por el caso del soldado Carrasco que castiguen a los
culpables, pero que quede el servicio militar, te enseñaba valores, es hora de
cambiar si querés una Nación.
Leo- Gracias por la nota,
muy lindo el lugar, y ahora lo vamos a conocer.