A
la Opinión Pública y Nuestras Comunidades.
En
Argentina sabemos bien de qué se trata esto. Ya nos pasó cuando esos grupos
poderosos lograron hacer de la economía lo que ellos querían: poco después el
país se incendió. Tras el incendio, vino la retirada luego de saquear el país,
vaciarlo y quebrarlo en exclusivo beneficio propio.
Intentando
caminar la realidad desde el lugar del pobre, nos dirigimos a nuestro pueblo
creyente y a toda la sociedad para decir unas palabras sobre el aumento del
dólar y el temor a la crisis económica, las opiniones de los economistas en los
medios y lo que parte de la prensa llama "el fin de un ciclo"
pretendiendo que el actual gobierno literalmente "se vaya".
Como
grupo de curas en la opción por los pobres, estamos convencidos que los grupos
dominantes no tienen aprecio por la democracia ni amor a la Patria. Más bien
nos parece que le interesan las ganancias que puedan hacer aún a costa de
perjudicar a otros y al país. El mundo es cada vez más desigual, en parte
porque los grupos económicos y financieros "utilizan" los mecanismos
democráticos para ponerlos en función de sus ganancias. Presionan a los
gobiernos para que hagan con la economía lo que más los beneficia a ellos
aunque perjudiquen al trabajador, al pobre, al ciudadano común; además de
aquellos que ven insoportable que los pobres tengan acceso a bienes como
computadoras, vacaciones, o una mejor calidad de vida.
Las 10 empresas monopólicas y formadoras de precios a nivel mundial |
A
esta película ya la vimos en 1976, 1982, 1989 y 2001: grandes transferencias de
capital para los sectores concentrados a costa de los ingresos del resto de la
sociedad. Aumentos de precios, congelamiento de sueldos, pobreza, desempleo,
cierre de fábricas, desnutrición infantil y tantos otros males para los pobres
y beneficios para los ricos. Pero el país no desapareció. Con el tiempo y
muchos sacrificios, el pueblo trabajador va resurgiendo. Y como si subiéramos
por un palo enjabonado, cuando estamos llegando a una razonable estabilidad,
nos quieren hacer resbalar de nuevo.
Ayudados
por sus cómplices de ciertos medios de comunicación que nos meten miedo -y
también de la mala memoria de tantos- volvemos a ver en las pantallas o leer en
los diarios declaraciones de Daniel Marx, Domingo Cavallo, José Luis Espert,
Aldo Pignanelli y tantos "iluminados" del neoliberalismo de los años
'90 que nos resultan preocupantes. Banqueros, empresarios petroleros,
exportadores agro-ganaderos, políticos y sindicalistas sin escrúpulos, sumados a
los medios formadores de opinión parecieran querer hacer todo lo que esté a su
alcance, siempre poderoso, para que el país se incendie.
Ya
conocemos las consecuencias: pobres cada vez más pobres a costa de ricos cada
vez más ricos. Muchos de estos poderosos que presionan al gobierno para que
haga lo que ellos quieren nos hace acordar al texto bíblico de Amós donde el
profeta critica duramente a los comerciantes sólo interesados en acumular
dinero desentendiéndose de Dios, de la justicia y de los pobres:“Escuchen esto,
ustedes, los que pisotean al indigente para hacer desaparecer a los pobres del
país. Ustedes dicen: «¿Cuándo pasará el novilunio para que podamos vender el
grano, y el sábado, para dar salida al trigo? Disminuiremos la medida,
aumentaremos el precio, falsearemos las balanzas para defraudar; compraremos a
los débiles con dinero y al indigente por un par de sandalias, y venderemos
hasta los desechos del trigo». El Señor lo ha jurado por el orgullo de Jacob:
Jamás olvidaré ninguna de sus acciones” (Amós 8,4-7)
El
Papa Francisco ha denunciado, durante la audiencia general de este miércoles,
que hay familias que no tienen para comer porque tienen que pagar la hipoteca a
los "usureros", algo que considera una "plaga social". La
usura, la especulación, la estafa a la buena voluntad de la gente trabajadora,
son injustas e inhumanas, nos dice el Papa (29/1/2014). Tampoco olvidarnos que
muchos de estos especuladores, banqueros, terratenientes, empresarios y
partidarios de una economía en la que el Estado no se meta, se dicen cristianos
y tienen amistades entre los obispos y sacerdotes.
Como
grupo de curas queremos hacer llegar a la sociedad entera nuestro más profundo
rechazo a los movimientos especulativos con el dólar, los aumentos
malintencionados de los precios y a los que intentan crear una sensación de que
el gobierno se tiene que ir o que debe quedar mortalmente herido, para no
volver. Hay un gobierno elegido legítimamente que debe terminar su período
constitucional. Eso no quiere decir que no haya errores. El gobierno deba
analizar y aplicar las mejores soluciones para los problemas que se presentan.
Pero este período finaliza en diciembre de 2015 y no aceptaremos ningún tipo de
extorsión para que finalice antes de esa fecha. Ya aprendimos de nuestra
historia. Los problemas deben resolverse con las herramientas de la democracia
y no por fuera.
Y
esperamos que el gobierno nacional y los medios verdaderamente independientes
digan los nombres de los responsables de los aprietes con el dólar y los
precios para que los argentinos podamos resistir, defender nuestra democracia y
tener memoria.
Grupo
de Curas en la Opción por los Pobres.