“Historias que se conectan cual reflejo de un espejo distante”


LA BÚSQUEDA JUNTO AL CINEASTA ARGENTINO RICARDO PREVE
Por María Laura Storani

Ricardo Preve nació en Buenos Aires, Argentina y estudió en Argentina, Italia, y los Estados Unidos. Después de 20 años como gerente de empresas agroforestales, empezó su carrera de cine en el 2001 y de fotografía en 2008.
Entre sus trabajos como Productor figuran los documentales “Mondovino” (Selección Oficial Festivales de Cannes y Toronto), y varios proyectos para National Geographic incluyendo “Niños Momia /Sacrificados en Salta” que ganó una nominación a los Emmys.
Sus numerosos trabajos como Director incluyen los documentales “Chagas / Un Mal Escondido”, “Los Huesos de Catherine” y “Los Fantasmas de Machu Picchu”.
También ha sido fotógrafo de la UNESCO. Su muestra  de fotos “Afrodescendientes” fue expuesta en museos de varios países, incluyendo el Museo de Arte Contemporáneo de Salta y los Museos de la UNESCO en Villa Ocampo y Alta Gracia en Argentina.

Hay historias reales que son posibles de conocer  gracias al  arte del cine documental

-En este mes de Noviembre presentarás por segunda vez en el Cinemark Hoyts -Ribera Shopping  de nuestra ciudad- tu documental “Volviendo a Casa”. ¿Nos contás de qué trata y cómo llegas a conocer esta historia?
-“Volviendo A Casa” cuenta la historia de 44 submarinistas italianos que sobreviven a un naufragio en el Mar Rojo (África) en 1940, durante la Segunda Guerra Mundial, y de nuestro trabajo a partir de 2014 para encontrar el submarino italiano “Macalle” y de recuperar el cuerpo del único fallecido en el hundimiento, un joven italiano llamado Carlo Acefalo, y devolver sus restos a su familia en Italia. Fue filmado en Sudán e Italia para la parte documental, que cuenta como el joven marinero italiano llegó a morir en la guerra, y en Argentina para las recreaciones históricas, que se filmaron en exteriores en Claromecó, y los interiores en un estudio en Vicente Lopez. Para la película construimos en escala 1:1 gran parte del submarino italiano, utilizando los planes originales de construcción que encontramos en Italia, y la colaboración de la Armada Argentina, que nos prestó implementos como un radio telégrafo, salvavidas, etc. También construimos, en un astillero en Tigre (Provincia de Buenos Aires), un barquito de madera como el que usaron 3 de los submarinistas para remar mas de 100 kilómetros en busca de ayuda. Contamos también con la colaboración de los descendientes de la tripulación del “Macalle”, quienes aportaron fotos, diarios, cartas y otros documentos que nos permitieron reconstruir el lado humano de la historia, las vivencias personales que trato de rescatar en mis documentales.
Muchos periodistas me preguntan como llegué a esta historia, y me gustaría decir que fue fruto de un riguroso trabajo de investigación, pero la realidad es que me encontré con esta historia por casualidad. Yo trabajo mucho con tiburones, filmando y fotografiando donde los puedo encontrar, lo que resulta cada vez más difícil debido a la pesca industrial. El archipiélago de las Islas Suakin, donde se hundió el “Macalle” en Junio 1940, es una zona plagada de arrecifes y pequeñas islas lo que dificulta la pesca comercial con grandes buques factoría, y ayuda a preservar las poblaciones de tiburones. Habíamos estado con un grupo de fotógrafos submarinos trabajando en el islote de Barra Musa Khebir, a unas 60 millas náuticas al sudeste de la ciudad de Port Sudán, y justo en el momento que nos alejábamos de la isla uno de los guías me comenta casualmente que se decía que en 1940 ahí se había hundido un submarino italiano, y habían enterrado a un submarinista. De regreso a Italia fui a los archivos de la Armada Italiana y descubrí que, como el “Macalle” había sido el primer submarino italiano hundido en la guerra (cuando los italianos pensaban que la guerra duraría poco y la ganarían ellos, y tenían tiempo para investigar el caso), se había llevado a cabo una investigación sobre el hundimiento que consiste de centenares de páginas con testimonios de los 44 sobrevivientes, y esto era casi como tener un guion del documental… y me decidió a producir “Volviendo A Casa”.

-La fecha del reestreno aquí y en la República Argentina coincide con el 2do Aniversario de nuestra tragedia del Ara San Juan, y ver tu documental seguramente será para los Argentinos un buen momento para rendir homenaje a las víctimas y sus familiares, ¿es así no?
-Es así. A un mes de terminar el rodaje de “Volviendo A Casa” sucedió la tragedia del ARA San Juan. Inmediatamente me preocupó que la coincidencia del número 44, y de la producción del documental con la muy real tragedia del submarino argentino, podría ser interpretada por algunos como un intento de aprovecharme de los hechos. Y efectivamente recibimos muchísmas amenazas y acusaciones, todas claro de gente que no sabía nada de cómo se había gestado el documental.
Así que decidí encarar el problema de frente. Una noche estaba mirando las noticias por televisión y vi que los familiares del ARA San Juan se estaban manifestando en la Plaza de Mayo en Buenos Aires. Me tomé el subte y me presenté ante ellos, para explicarles la situación, y para contarles que yo sabía muy bien como se sentían, habiendo perdido a mi hija Erika de 29 años en Marzo del 2017, en plena producción de “Volviendo A Casa”.
Desde entonces hemos iniciado un diálogo, y una amistad, con algunas de las familias de la tripulación, lo cual nos llevó a pensar alguna forma de honrar a los 44 submarinistas argentinos, y por eso la idea de volver a presentar el documental en los cines de Argentina al cumplirse 2 años de la desaparición del ARA San Juan. Para mí, también es un dolor muy grande pensar en Erika, viendo la película se bien que partes se filmaron antes de su fallecimiento, y cuales no. Pero siempre recuerdo que ella me había dicho que era un proyecto noble, y me había apoyado a través de las mil dificultades que tuvimos que superar para llevarlo a cabo, y encuentro algo de consuelo en mi dolor al pensar que ella está sonriendo al saber que logramos el objetivo de devolverle a su familia, y al pueblo italiano, los restos de Carlo Acefalo.

-Al respecto, tienes una primicia para ofrecernos, la construcción de un…
-… monumento a los 44 submarinistas argentinos, a emplazarse en algún lugar de la costa Atlántica. Diseñado por las arquitectas María Quesada y Camila Toyos, el monumento consistirá de un pequeño obelisco central con los nombres de los tripulantes del submarino, y una asta para una bandera. Será emplazado en un espacio circular de un diámetro de 7 metros (38 metros cuadrados) lo que permitirá albergar un total de 30-40 personas. El espacio será construido en una piedra a definir (granito, mármol, etc.) dividido en 44 partes iguales, orientadas hacia los 4 puntos cardinales como la brújula de un navío. La idea es que mi parte de la recaudación del re-estreno de “Volviendo A Casa” en Noviembre, y la de la distribuidora Vi-Doc, sea donada para la construcción del monumento. No sabemos todavía el costo final de este, ni por supuesto cuanto vamos a recaudar, pero por suerte a través de estos 5 años hemos entablado una fuerte relación con los submarinistas italianos, y con la Asociación de Personal Naval Retirado de Italia (de la cual soy miembro honorario), y ellos se han comprometido a ayudarnos, como lo hicieron en su momento para la realización del proyecto “Volviendo A Casa”.

-Seguramente guardas muchas anécdotas durante el transcurso de esta producción, ¿nos compartís algunas?
-Quiero destacar el trabajo de mi equipo de filmación, y el de los científicos italianos los doctores Matteo Borrini y Cosimo Giacchetti, a lo largo de los 3 días de excavaciones en el islote desierto de Barra Musa Khebir (Sudán) en Octubre 2017, que resultaron en la identificación de los restos del suboficial Acefalo. Trabajamos con temperaturas de 45 grados, debiendo llevar a nado (por encima de un arrecife de coral a unos 150 metros de la costa), en cajas estancas, nuestros equipos de filmación e investigación, y los suministros de agua potable y comida. Las cámaras, puestas a ras del piso para filmar la precaria tumba donde encontramos a Acefalo, tuvieron que soportar temperaturas aún mayores sobre la arena que actuaba como un reflector solar. A pesar de las difíciles condiciones, y los riesgos inherentes a trabajar en un lugar tan aislado y desprovisto de cualquier tipo de seguridad, todos los integrantes del equipo trabajaron con gran dedicación y profesionalismo para lograr el objetivo de excavar, identificar, y recuperar los restos del submarinista. Quizás una de las anécdotas más tocantes fue la que nos sucedió el 28 de Noviembre de 2018 en el cementerio municipal de Castiglione Falletto, el pueblito en el norte de Italia de donde era Carlo Acefalo. Ese día, finalmente, enterramos su cuerpo en la tumba de la madre, su pequeña caja conteniendo sus restos fue puesta al lado del féretro de madera de su madre, Francesca Destefanis. Al cerrar la lápida de la tumba, una vecina del pueblo se me acerca y me hace notar que la señora Destefanis había nacido un 28 de Noviembre de 1894. O sea, luego de 78 años de la muerte de su hijo, le habíamos devuelto el cuerpo de Carlo para que descansara al lado de ella en el día de su cumpleaños. No se nos hubiera ocurrido un mejor regalo para una madre que ese.

-Dialoguemos sobre tus apreciaciones respecto del Cine Argentino, comparativamente con el cine de otros países del mundo.
-Creo que el cine argentino se ubica entre los de mas calidad en el mundo, y esto no es suficientemente reconocido en nuestro país, faltando una conciencia sobre la importancia de mantener una identidad cultural que nos define como nación, y nos permite de identificarnos como argentinos de una forma más solidaria, y unida. El mantenimiento de una industria cinematográfica nacional es clave para afirmarnos como una cultura en un mundo cada vez mas deshumanizado, cada vez mas duro y violento, cada vez más ignorante. Estoy firmemente convencido que el cine es una herramienta importante para allanar diferencias de opinión entre distintas culturas, porque nos permite conocer mas al “otro”, y apreciar las diferencias que existen entre naciones y culturas con respeto a la diversidad.
El cine es como tener la oportunidad de conocer muchas personas, países, culturas, religiones sin tener que viajar y ayuda a un mejor entendimiento del mundo, y de la cultura en general. Por eso es importante que no perdamos a nuestro querido cine argentino.

-¿Es una mera sensación o en nuestra cultura y consumo argentino, el cine documental no es tan popular como otros géneros?
-No es una mera sensación, sino una realidad, pero no está circunscrita al cine argentino, es así también en otros lugares en el mundo. Sin embargo, en los últimos años han surgido dos factores que han comenzado a cambiar este paradigma. Por un lado, directores como Michael Moore o Morgan Spurlock han producido documentales orientados al cine, y a un amplio público que han empujado al género hacia una audiencia mucho mas amplia. Y por otro lado otros como Michael Winterbottom (“24 Hour Party People”, “Welcome to Sarajevo”, “Road to Guantanamo”) han incursionado fuertemente en la docu-ficción, con largometrajes que mezclan el documental con la ficción y también apelan a un público mas extenso que el que originalmente era destinatario de este tipo de trabajos.

-¿De qué manera surgió en vos la decisión de tomar el camino del arte cinematográfico?
-Por casualidad. En el 2001 me quedé sin trabajo, como muchos otros argentinos, y a través de un amigo director (Fernando Spiner) tuve la oportunidad de aprender acerca de este maravilloso mundo del cine. Y desde entonces, no he parado un minuto…

-¿Artista se nace o se hace…o ambas?
-Creo que es imposible ser artista si no se tiene una fuerte vocación. Es demasiado difícil sobrevivir sin un fuerte compromiso personal hacia el arte, la sociedad te pone muchas trabas y te presenta con alternativas de vida mas fáciles (y más tradicionales) que terminan desviándote de tu compromiso artístico. Creo que hace falta tanto una temprana vocación para el arte, como una subsiguiente dedicación a mejorar continuamente.

-Para vos, ¿es posible hacer cine documental sin expresar en ningún momento algún tono político en el mensaje que luego se lleva a la pantalla?
-Es difícil, pero se puede y me atrevo a decir que en muchos casos, el mensaje indirecto que le escapa a la obviedad propagandística es mas fuerte y efectivo que el de tomar una posición política que el espectador detecta y, en algunos casos, hace que se ponga en contra de la misma, o por lo menos tenga una actitud escéptica.

-El arte debería ser obligatorio en las escuelas. ¿Qué te sugiere esta frase?
-Estoy totalmente de acuerdo. El arte, y la cultura en general, están bajo ataque en el mundo por huestes de gente ignorante pero con poder que pretende reducir todo a la mera ganancia económica. La enseñanza del arte en las escuelas tiene que ser impulsada si queremos rescatar algunos de los valores universales que esta representa.

-¿Cuál es tu próximo proyecto?
-Es un largometraje de ficción, “La Grinil”, basado en la historia real de la bandolera inglesa Helen Greenhill. Nacida en Inglaterra, Helen y su familia se mudaron a Patagonia a fines del siglo 19 y ella se convirtió en una famosa bandolera, que vivió una vida llena de pasión, crimen, y aventuras hasta su trágico final en un enfrentamiento armado con la policía de Chubut en 1915.
Estamos en fase de desarrollo del proyecto, que pensamos será una co-producción Argentina, Canadá, y Reino Unido con fecha tentativa de rodaje para Octubre del año próximo.