Por: José Almeida / Fotos: José Almeida
Pablo Lara es un luthier santafesino, dedicado a la construcción de guitarras y bajos eléctricos de diseño propio de muy alta calidad. Cada instrumento es realizado en forma artesanal, priorizando las necesidades y requerimientos de los/as músicos/as. Tiene un largo recorrido que empieza cuando era un estudiante de la escuela secundaria.
Empecé de adolescente, medio a los ponchazos -nos cuenta-. En ese momento había muy poca información. Internet no existía y tampoco conocía luthiers en la ciudad que me pudieran enseñar el oficio. En ese tiempo sólo conseguía algunas guitarras rotas que utilizaba para experimentar. Cuando tuve acceso a internet logré tener mucha más información sobre construcción: medidas que se deben respetar, largos de escalas, y muchos otros detalles que hacen que tanto guitarras como bajos suenen y afinen correctamente. Al tiempo, una amiga me regaló un bajo que tenía el mango partido, era un bajo rarísimo, pero tenía muy buena madera. Lo convertí en guitarra con un mástil que conseguí.
Uno de los primeros instrumentos funcionales que fabriqué fue un bajo muy particular que tenía tres octavas. Ese bajo fue utilizado por Nardo González en el programa Encuentro en el Estudio con Raúl Barboza (hay registros disponibles de ese toque en Youtube).
Tuve un inicio muy autodidacta que después se fue profesionalizando. Nunca me gustó replicar modelos o diseños de marcas conocidas. Eso lo hacía más difícil. Me costaba convencer a alguien que me comprara un instrumento. Debía encontrar un/a músico/a que pudiera pagarlo y que pueda esperar el proceso de construcción. En ese momento cada guitarra o bajo era diseñado de cero. Trabajaba los detalles técnicos y de diseño con cada comprador.
Como ocurre con cualquier oficio, el recorrido que he desarrollado es sumamente particular. Podría pensar mi proceso en dos etapas. Un primer período como autodidacta. Y otro, en el que me encuentro actualmente, más profesional.
En 2017 conocí a Alejandro Garro, un luthier de la provincia de Buenos Aires cuyo trabajo admiro, y que elegí como maestro. Durante 2018 tomé clases con él y empecé a estudiar y aprender más a fondo el oficio y el uso de herramientas específicas utilizadas en luthería. El proceso con Garro fue muy específico. Fui cinco meses a aprender con él aquellas cosas que sabía que estaba haciendo por intuición y no como se deben hacer. Fui con un plan muy concreto. Ya tenía el diseño de los nuevos modelos.
Ese mismo año lancé la marca Lara Guitars. Fue a partir de allí que dejé de diseñar un modelo para cada cliente/a, y pude desarrollar una línea y, a partir de eso, ajustar cada detalle a lo que el/la músico/a está buscando. Empecé a trabajar sobre modelos propios pre diseñados. Cada músico/a elige el modelo base y, a partir de allí, realizo la construcción de acuerdo a las necesidades específicas del/la cliente/a. Esta dinámica agiliza los procesos y tiempos de fabricación.
Ya con la marca en funcionamiento comencé a participar activamente en CAFIM, que es la cámara que nuclea a los fabricantes de instrumentos y accesorios musicales en Argentina. En 2019 participamos de la Feria Muestra Música con un stand propio en La Rural de Buenos Aires. Fue una gran experiencia. El stand estaba todo el tiempo con gente. Muchas personas se acercaban a probar mis instrumentos habiendo una gran cantidad de cosas para ver. Podían probar las guitarras y fui observando cuáles fueron las impresiones, eso siempre ayuda a mejorar. Muchos coincidían en que les gustó la comodidad, el peso, el sonido y la estética. De esta nueva serie llevo entregados ocho instrumentos, más algunos que están en proceso.
Es un poco difícil poder vivir de esto, de todos modos me está yendo bien. Creo que haber logrado entregar ocho instrumentos en el último año es alentador.
Santa Fe tiene una actividad musical enorme. Tenemos el Instituto Superior de Música, el Liceo Municipal, el CREI, las orquestas, festivales como Trombonanza o el Festival de Jazz, hay cientos de bandas de rock, cumbia y otros géneros, y también jams de jazz y blues. Pero también hay una gran oferta de instrumentos industriales, muchos de ellos de muy mala calidad. Sin embargo mucha gente se inclina por ellos, a veces por falta de conocimiento o de recursos.
Tengo claro que debo hacer conocer más mis instrumentos y llegar a músicos de otros lugares. Ello requiere que me concentre en hacer más visibles los productos. Gran parte de ese trabajo se puede realizar a través de redes sociales, porque permiten llegar a más gente que esté interesada en el tema. La idea es que los/as músicos/as los conozcan y puedan probarlos. Eso es muy bueno para mí. La gran mayoría de músicos/as que los prueban, quedan muy conformes. Por suerte tengo amigos que son músicos que pueden elegir comprar cualquier instrumento, y me los encargan a mí. Saben que se los va a fabricar alguien que los escucha y sabe lo que están buscando.
-Gracias, Pablo Lara.
Se puede conocer más sobre su trabajo o realizar consultas, visitando el perfil Lara Guitars en instagram o facebook.