El ombligo de los sueños

Por: Irene Vallejos

La historia sigue entretejiéndose hoy con los mimbres de los símbolos más que los hechos.


Empieza abril, el mes más literario y libresco. ¿Para qué sirve una historia, un poema?
«Mil veces he escuchado el estribillo. Contar historias no nos sacia el hambre ni protege del frío o del peligro, no nos reviste de visión nocturna ni decisivas ventajas en la lucha por la vida. No sirve para nada. Y, sin embargo, desde los albores del tiempo recordado, los seres humanos sentimos el ímpetu irresistible de urdir relatos. Esta terquedad narrativa es un resorte misterioso. ¿Por qué son tan duraderos los mitos, los poemas, los cuentos? Las invenciones útiles cruzan despreocupadas las aduanas de los siglos, pero ¿qué pueden alegar en su favor las creaciones inútiles?
[…] Las historias son al mundo lo que el ombligo a nuestro cuerpo: carecen de función o tarea vital, pero nos anudan a lo más esencial, ya que señalan nuestro vínculo carnal con los antepasados. En la antigua Delfos, la piedra omphalós indicaba el exacto centro del universo. Todo ser humano cuenta con ese orificio en el vientre, propio e intransferible, un sello aduanero de su entrada al alborotado paisaje terrestre. De hecho, durante siglos comentaristas y eruditos bíblicos han debatido con tenacidad si Adán y Eva fueron creados con o sin ombligo. Es quizá nuestro rincón más extraño, a la vez lírico y humorístico, arrugado y cóncavo, recubierto de pelusa, en espiral, misterioso, besado, mordido, enjoyado e ignorado. El ojo de una cerradura, una cicatriz. Como la literatura misma, un nexo con el cordón umbilical de las palabras».

Extraído de ElPAIS.com

_______________________________________________________________________

LA CASA DE ERNESTO SABATO


Te recibe Luciana Sabato, nieta del escritor, para recorrer la Casa donde vivió desde 1945 el escritor Ernesto Sabato.
A solo 5 minutos de CABA, rodeada por jardines y arboledas, una casa llena de historia te espera en un recorrido para conocer donde vivió y escribió sus tres novelas, dónde se hicieron las primeras reuniones de la CONADEP, (y contamos lo difícil que fue 1984 para que se lleven a cabo los juicios a las juntas) y su atelier donde pintó su colección de casi 60 pinturas que llegó a exponer en el Centro Pompidou. Te espera para contarte su relación con Borges y la revista Sur, su paso por el laboratorio Curie y su amistad con Albert Camus y tantas anécdotas de su vida cotidiana. ¡La casa tiene mucha historia!

Se inauguró el sótano, donde se refugiaba Ernesto y Matilde, en la época de la dictadura militar.
¡Muchísimas anécdotas familiares para contar!
Te recibe el gran mural de Martín Ron.
La casa fue construida en 1923 por Federico Valle, y se filmaron aquí algunos cortos de Gardel.
Esta en el tranquilo barrio de Santos Lugares, en la calle Ernesto Sabato 3135.

Te lleva al lugar:
Colectivos: 105, 343, 161
Tren San Martín (estación Santos Lugares) 20 minutos desde Retiro.
Muy fácil acceso desde General Paz y autopista.